Elipsis, del latín ellipsis y del griego élleipsis (insuficiencia). Elipsis, derivado de elleípein (descuidar, dejar a un lado).
Elipsis. Supresión de una o más palabras de una frase que deberían estar presentes pero sin las cuales se comprende perfectamente el sentido de la frase (o no).
Elipsis. Técnica narrativa que consiste en la supresión de algún acontecimiento dentro de la linealidad temporal del relato o la historia.
Nuestra elipsis. Busca proporcionar elipsis narrativas y hábiles contrapuntos, dejando cabos sueltos donde siempre están atados (soldados, sellados), fragmentos libres, descuidados, escapes intencionales, dejando que el perceptor haga sus cábalas en los intersticios de las elipses, sus propias reglas...eso por lo que te pueden llamar loco, pero que tanta salud mental proporciona.
En la antigüedad, a los epilépticos que sufrían incontrolables convulsiones se les realizaba una intervención quirúrgica a nivel cerebral en pos de reducir la intensidad de los ataques. Esta intervención consistía en cortar el cuerpo calloso, que conecta al hemisferio derecho con el izquierdo, lo racional de lo pasional, la realidad de lo perceptivo, lo conciente de lo inconsciente. En muchos casos, el intervenido parecía experimentar dos conciencias independientes bajo el mismo cráneo. Cada lado del cerebro parecía tener una mente propia, paralela a las experiencias del otro hemisferio.
Nosotros no carecemos de cuerpo calloso, pero si, con una fuerte persuasión “sicológica” buscamos atrofiarlo hasta más no poder. La idea es que el cuerpo calloso mute en esto, la idea es obtener la necesidad constante de llenar el espacio vació con delirios, la idea es que no halla ideas, por lo menos en el sentido lineal.
Construyamos un espacio abstracto que no pueda ser captado mas que por quien lo necesite y lo entienda. Creemos un mundo paralelo donde la palabra ya no sea propia, sino la de todos. Inventemos un cuerpo calloso que nos conecte en un gran organismo. Todos seamos todo. Por lo menos por un rato.