miércoles, 5 de septiembre de 2007

La era de la comunicación


En la estación ferroviaria de Retiro los pasajeros esperan silenciosos el arribo del tren que siempre llega dos minutos después de la hora estipulada, como respetando cierta esencia del transporte público latinoamericano. Cada cual entretenido en algo, hacen del coloquio un fenómeno en extinción.
Ya en viaje, un oblicuo rayo de sol que entra por la ventanilla le dificulta la lectura del diario a un anciano, no así al joven que viaja a su lado, que entre piruetas visuales, logra ojear alguna noticia.
Una chica aburrida de leer sus apuntes de la facultad se pone a escuchar con disimulo la conversación telefónica que mantiene la mujer a su lado. Un hombre de voz graciosa recorre el vagón contando que tiene hijos pero no piernas y no logra que alguien se interese en levantar la vista para corroborar la veracidad de sus palabras.
Este diario paisaje metropolitano es el que permite a las personas llegar a sus casas, luego del fatídico viaje que las separa de sus trabajos, sin recordar, apenas, uno de los cientos de rostros con los que se han cruzado. Porque en la “era de la comunicación” todo es posible.

2 comentarios:

neverland dijo...

soi sincera:
me gustaron,,, ambos el primero mas q el 2°
el primero senti q ya lo hba leido...
la convinaciond de las letras...
eso es lo que m fascina d los blogs... ese sinfin de palabras...
saludos!
nAtt
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[si paso, dejo mi paso, huellas...]

neverland dijo...

y si...
hoi m la di...
q es bueno o malo que?!
(claro, si esto ni limite tiene yo firmoo!)
nAtt
_-